07 abril, 2007

ANTES DE INVADIR SUS BELLOS MUSLOS


La extrañaba como se extrañan las cosas más preciadas, como se echa de menos aquello que resulta insustituible. Si algo podía causarle tal sensación de vacío, era el pesar de los minutos caducos sin su presencia.


Se colaba en sus más oscuras ensoñaciones, adentrándose sin previo aviso en los confines de la materia onírica de sus húmedos sueños. Nadando en medio de las ondulantes poluciones nocturnas.


A veces, dormía con la inquietud de sentirla a media noche, metida en su cama, retozando con plenitud antes de invadir sus bellos muslos abiertos.

No hay comentarios.:

Related Posts with Thumbnails