Sé que no ha pasado mucho tiempo y tengo que confesarte que no importa lo que esté haciendo, a cada momento pienso en ti y siento que te necesito a toda hora. Mi vida, ¿qué me hiciste? ¡Yo nunca me había sentido así! Nunca me había sentido tan sensible, tan lleno de esta sensación de extrañarte aquí a mi lado.
Por eso, quisiera volver a verte y lentamente acercarme a tu boca para besar esos exquisitos labios que tienes. Luego, quisiera que conversáramos sin palabras hasta que tu alma encontrara a la mía en ese acto tan ardiente, construido por ambos. Me gustaría recorrer tu cuerpo con mis labios; acariciar a la vez con locura y con ternura tu existencia.
Es que quiero volver a probar esa lengua tuya que jugueteaba con la mía la última noche en que nos vimos. Quisiera pasar mis labios por tu cuello, descendiendo hasta llegar a tu parte más sensible y hacerte explotar sin miedo a provocar todo el ruido del mundo; llegar hasta tus caderas y acercándote a mí, penetrar todo tu ser.
Quiero sentir tus dedos tocarme hasta que tus manos acaricien lentamente mi espalda y me hagan volver a vibrar. Quisiera estar hundido en tus brazos y disfrutar de tu presencia, mientras unimos nuestros cuerpos como si estuvieran hechos el uno para el otro. Ansío volver a escaparnos de nuestras ocupaciones para tenerte de nuevo en la cama y sentir así tu aliento para hacerte mía otra vez.
Pero no sólo eso, pues también quisiera pasar mis manos por todo tu cuerpo y conocer la calidez de todos sus rincones. Quisiera poder mirarte a los ojos y dejarte saber con la mirada que te deseo con una tentación que me resulta francamente insaciable. Te extraño, te necesito y lo único que puedo pedirte es que me perdones por vivir tan lejos. Quiero tomar tus manos y ya no dejarlas ir.
Mi corazón está allá contigo y con esto, me doy cuenta del gran impacto que has causado en mi vida. Necesito escucharte y después darte un beso tremendamente apasionado que no tenga fin.
Por eso, quisiera volver a verte y lentamente acercarme a tu boca para besar esos exquisitos labios que tienes. Luego, quisiera que conversáramos sin palabras hasta que tu alma encontrara a la mía en ese acto tan ardiente, construido por ambos. Me gustaría recorrer tu cuerpo con mis labios; acariciar a la vez con locura y con ternura tu existencia.
Es que quiero volver a probar esa lengua tuya que jugueteaba con la mía la última noche en que nos vimos. Quisiera pasar mis labios por tu cuello, descendiendo hasta llegar a tu parte más sensible y hacerte explotar sin miedo a provocar todo el ruido del mundo; llegar hasta tus caderas y acercándote a mí, penetrar todo tu ser.
Quiero sentir tus dedos tocarme hasta que tus manos acaricien lentamente mi espalda y me hagan volver a vibrar. Quisiera estar hundido en tus brazos y disfrutar de tu presencia, mientras unimos nuestros cuerpos como si estuvieran hechos el uno para el otro. Ansío volver a escaparnos de nuestras ocupaciones para tenerte de nuevo en la cama y sentir así tu aliento para hacerte mía otra vez.
Pero no sólo eso, pues también quisiera pasar mis manos por todo tu cuerpo y conocer la calidez de todos sus rincones. Quisiera poder mirarte a los ojos y dejarte saber con la mirada que te deseo con una tentación que me resulta francamente insaciable. Te extraño, te necesito y lo único que puedo pedirte es que me perdones por vivir tan lejos. Quiero tomar tus manos y ya no dejarlas ir.
Mi corazón está allá contigo y con esto, me doy cuenta del gran impacto que has causado en mi vida. Necesito escucharte y después darte un beso tremendamente apasionado que no tenga fin.
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