Al pelón lo conocí unos días después. La noche en que su primo Jorge me pidió que pasara a visitarlo a su casa. Era extraño; con una playera blanca, sentado en el piso de la habitación donde estábamos escuchando a U2. Días en los que nos unió una breve amistad.
Más tarde supe que tenía novia. Ese fin de semana fuimos a una fiesta cerca de la colonia, organizada por mi amigo Josafat.
El último día que estuve en su casa, conversamos sobre banalidades y tomamos café negro que él mismo preparó. Entre confidencias, me dijo que estaba infectado, no por algún contagio desprevenido no, sino porque el inmenso odio por la muerte de su hermana, lo había sumido en una necesidad vengativa.
Yuritzi, su linda novia, era la víctima que había pagado las consecuencias. Quedé impactado con su foto, ahí estaba su cuerpo desnudo, en poses agresivas a la mirada, sin ese brillo intenso en su semblante, tan resquebrajado por la ausencia de la vida.
1 comentario:
Hola casi tio...
Tiene continuacion este texto? o fue solo mi parecer...
La venganza.... necesidad que a mi parecer todos sentimos en nuestra vida, alguna vez.... pero es una necesidad que una vez fue cometida nunca sera satisfecha, es algo asi como un vicio para alimentar nuestra propia debilidad, algo asi como querer tomar el control cuando ya se ha perdido, querer enderezar lo que ha sido enchuecado cuando no se da uno cuenta que solo se distorsiona mas, la vengaza tentadora como la manzana del arbol prohibido, donde no hay mas que nuestra propia satisfaccion por haber volteado las probabilidades a nuestro favor de una forma superficial, por egocentrica y vanal, el querer siempre ganar, cuando a veces cuando se pierde realmente se ha ganado.
Y debo decirte que el mensaje de tu entrada a la pagina ESTOY 100% DE ACUARDO CON EL!!!
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